Somos sobrevivientes de una violencia sin sentido, renaciendo como el Fénix, del dolor, de las lágrimas, aprendiendo a perdonar, aún sabiendo que sin piedad, fueron arrancados de nuestro ser, hijos, hermanos, padres y/o esposos... Fuimos violentadas, ultrajadas en nuestro cuerpo de mujer, de madre, de esposa, caminamos por la vida sobreviviendo, soñando, creciendo y volviendo a nacer, resurgiendo de las cenizas para decir no más... Y nos armamos con libros, con lápiz, con una computadora, y así iniciamos un viaje, una catarsis, y reescribimos nuestra vida, nuestro pasado y nuestro futuro, plasmamos en el papel unas historias para soñar y crear, para decirle al mundo aquí estamos y aquí nos quedamos,